Lo visto en Open Studio 2012

Tal vez sea más fácil comprender el arte contemporáneo visitando el estudio de un artista que no una sala de exposiciones. ¿Se queda pequeño el museo? ¿Los códigos del sistema expositivo se han quedado obsoletos? La desmaterialización del objeto artístico conlleva que el proceso de gestación de la obra sea de igual o mayor importancia que su resultado formal final, ¿cuánto nos perdemos al ver únicamente lo que se muestra en el museo? O tal vez esto no sea sólo cosa del arte contemporáneo, sino  que  acercarse al espacio donde suceden esas cosas que dan lugar a esas otras, haya existido siempre y para entender y comprender haya sido siempre necesario estar cerca del proceso y de la creación. 
Carlos Aires y Guillermo Mora, Tête a tête, 2012. Foto: Camilayelarte
Estudio de Carlos Aires. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte

La primera edición de Open Studio ha supuesto una ocasión de intercambio y comunicación desde el tú a tú, enfocada a profesionales y público, que permite no sólo comprender el trabajo de un artista sino también el proceso de distribución del arte, de venta y movilidad (no sólo de la obra sino del propio artista) así como el impacto de la política bulldozer de Wert en la cultura, en definitiva una ocasión para entender el sistema del arte como organismo.
Estudios abiertos para el público pero sobre todo para aquellos que dan forma al sistema del arte. ¿Qué esperas de una visita al estudio? Es la pregunta que lanzaron Carlos Aires y Guillermo Mora a otros artistas como parte del programa de actividades paralelas de Open Studio. Entre las respuestas, mucho más heterogéneas de lo que cabría esperar, la más sincera tal vez sea la de esperar la visita del galerista o comisario que les pueda ayudar a proyectar su trabajo a nivel nacional e internacional.  

Estudio de Carlos Irijalba. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte
Estudio de Carlos Irijalba. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte
Carlos Irijalba, High Tides, 2012. Urdaibaiarte. Foto: via www.carlosirijalba.com

Así nos lo contaba también Carlos Irijalba (Pamplona, 1979), cuyo estudio que también es su casa funciona como una oficina de creación. Sus proyectos nacen en relación al análisis del espacio y del territorio, como es el caso de High Tides, llevado a cabo en la reserva de la biosfera de Urdaibai con motivo de la muestra Sentido y Sostenibilidad, cuya resolución formal es un ejercicio de concreción del proceso de investigación llevado a cabo. Un recorrido a través de fotos y documentos expuestos en el estudio a modo de investigación científica nos acerca a dicho proceso. La herramienta básica en el estudio de Irijalba es el ordenador y la coherencia con la que expone una metodología de trabajo compleja que asume la posibilidad de que el proyecto no acabe realizándose.  En su mesa de trabajo hemos visto proyectos a la espera de poder llevarse a cabo, si no es España en otro lugar, “Soy tozudo, como buen navarro” afirma, de momento su talento se traslada de Madrid a la Rijksakademie de Amsterdam. 

Estudio de Esther Mañas y Arash Moori. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte
Esther Mañas & Arash Moori, September at the Hotel Ozone, 2011. Foto: Cortesía Arash Moori
Esther Mañas & Arash Moori, September at the Hotel Ozone, 2011. Foto: Cortesía Arash Moori

Cuando el arte ya no es un objeto ¿qué se muestra en el estudio? Como el de Irijalba, el trabajo de Esther Mañas y Arash Moori cobra vida fuera del estudio, en espacios arquitectónicos concretos cargados de significantes producidos por la propia historia de los mismos. En su caso, la percepción del público es parte integrante de la obra y la experiencia directa con la misma imprescindible para captar su dimensión. Mañas y Moori trabajan con la arquitectura y el sonido contenida en ella, alterando los elementos presentes en  espacios abandonados en muchos casos, o cuya función original se perdió hace tiempo y cargados de energía que se transforma en materia para crear una experiencia sensorial. Environmental art pero también arte relacional, cuya experiencia en el estudio se transmite a través del registro documental de la obra, en este caso un vídeo, donde hemos podido ver la instalación que Mañas y Moori han realizado recientemente en Eslovaquia, Hotel Ozone, una instalación en un antiguo invernadero donde los materiales encontrados y los sonidos del propio lugar trazan un recorrido múltiple y abierto a la experiencia individual del público.

Estudio de Guillermo Mora. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte

Estudio de Guillermo Mora. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte
No sólo artistas sino también estudiantes de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid han formado parte de Open Studio como voluntarios para asistir a los artistas en la recepción de las visitas. Para ellos esto supone la ocasión de entrar en contacto directo con el sistema al que deberán incorporarse una vez finalizados los estudios y al que el mundo académico (y esto no sólo sucede en Bellas Artes sino en casi todas las carreras de humanidades) es ciego y sordo. Crear más allá del pincel y la escultura, como hacen Irijalba y Mañas & Moori, pero también entender los circuitos de distribución, acceder a un sistema de becas y de financiación de proyectos, son temas fundamentales para la formación de los futuros artistas de este país. 

Estudio de Guillermo Mora. Open Studio, 2012. Foto: Camilayelarte

Becas como la que ha disfrutado Guillermo Mora, que ha abierto las puertas del estudio que comparte con Carlos Aires, tras pasar dos años en Roma. Su trabajo se desarrolla entorno a la pintura, deconstruyendo los elementos que la conforman y expandiendo los límites de origen. Formalmente cercano al objeto encontrado, el color y la textura juegan a transformar las categorías que condicionan la percepción de la pintura, de la visión pasamos al tacto y casi diría que al gusto, la suya es una pintura apetecible en el sentido culinario de la palabra. La investigación de Mora no sólo se desarrolla en el terreno de la práctica artística, sino también en la académica, actualmente realizando una tesis de Doctorado sobre "La pintura que no se ve", compaginará ambos proyectos con el de docente de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Nuevos aires, no sólo en las iniciativas de acercar el arte al público, sino también en las formas de distribuir y comunicar a través del arte.

Camila y el Arte

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