dOCUMENTA (13), una confusión estimulante

El enigma del arte es que no sabemos qué es hasta que dejó de ser lo que fue
Carolyn Christov-Bakargiev

Si algo se le atribuye a Documenta es la capacidad de adelantarse y substraerse a modas y mercados para plantear de forma crítica por donde se moverá la creación contemporánea de los proximos años. ¿Pero es posible vislumbrar nada ante el estado de confusión reinante? Carolyn Christov-Bakargiev, directora artística de dOCUMENTA (13) y el grupo de comisarios que han trabajado en el proyecto durante estos cuatro años, con Chus Martínez a la cabeza, muestran que precisamente es desde la confusión desde donde el arte adquiere su capacidad visionaria.
Lo que nos propone dOCUMENTA es una aproximación no-lineal y no-armónica a la creación artística entendida como herramienta para ahondar en la realidad dada. Esta no linealidad está expresada tanto en los trabajos expuestos como en los espacios en los que se exhibe la muestra. dOCUMENTA (13) es una exposición expandida [;)] en la propia Kassel pero también en otras ciudades como Kabul, Alejandria/Cairo y Banff.

Ryan Gander I Need Some Meaning I Can Memorise [The Invisible Pull] en dOCUMENTA (13), 2012. Foto: Camilayelarte
Vista del espacio The Brain. dOCUMENTA (13), 2012. Foto: Camilayelarte

Los objetos de Morandi expuestos en The Brain. dOCUMENTA (13), 2012. Foto: Camilayelarte

Extremadamente sensorial y con una presencia del objeto (artístico o no) entendido como contenedor u espacio en donde entran en relación múltiples elementos como la política, la historia o el tiempo condicionando su forma, sentido y recepción. De su discurso se extrae la lectura de cuán relativo es el modo en que podemos leer el arte, que tal vez lo que ahora no se considere tal en algún momento de la historia lo será, se nos invita a desaprender un camino, a abandonar la postura antropocéntrica y dirigir la mirada desde la experiencia del objeto para comprender su poder catalizador.
Tal vez en ese intento de transformar el modo en que nos relacionamos con la obra de arte, las primeras salas del Fridericianum sorprenden al visitante que llega con ansias de consumo objetual con la ausencia física del mismo. Una corriente de aire casi imperceptible y fácilmente confundible con el aire de las puertas de la entrada recorre el vacío de las salas, es la inmaterial y genial intervención de Ryan Gander  acompañada por una carta de rechazo a la participación en la muestra de Kai Althoff  y  de la instalación  sonora de Ceal Floyer.

Anna Boghiguian, Unfinished Symphony (2012). dOCUMENTA (13). Foto: Camilayelarte

Fabio Mauri. dOCUMENTA (13), 2012. Foto: Camilayelarte

A este primer acto de ausencia le sigue su contrario opuesto en el espacio que adopta el nombre de The Brain, donde se pone en escena un gabinete abigarrado de objetos y obras de arte, cuya línea de separación se intuye aquí como innecesaria. La polvera de Eva Braun, los jarrones de las naturalezas muertas de Morandi, princesas Bactrianas, las cerámicas de Cumella o manifiestos del abandono de la práctica artística en pos de la acción política. The Brain provoca sin duda desconcierto y cierto estado psicótico, como el que llevó a Lee Miller a meterse en la bañera de Hitler tras su visita a Dachau y vivir en su espacio personal, entre sus objetos.
Pero la confusión y el desconcierto son tal vez los mejores estados por los que transitar en la creación artística. Desconcierto provocado por la realidad que nos circunda, la actual y la pasada como en la obra de Anna Boghiguian, en diálogo con la sobrecogedora Life? or Theater? de Charlotte Salomon, artista alemana fallecida en Auschwitz en 1943. dOCUMENTA sorprende por poner en muestra a nombres muy poco habituales en este tipo de eventos, como las pinturas indígenas de Doreen Reid Nakamarra (perceptible la experiencia de Christov-Bakargiev como comisaria de la Bienal de Sidney).

Doreen reid Nakamarra y Warlimpirrnga Tjapaltjarri. dOCUMENTA (13), 2012. Foto: Camilayelarte

Kader Attia, The Repair From Occident to Extra-Occidental Cultures, 2012. dOCUMENTA (13). Foto: Camilayelarte

Forse l’arte non è autonoma nos recuerda el poético manifiesto-felpudo de Fabio Mauri, una no autonomía y una relatividad estética expresada en  proyectos como el de Kader Attia, The Repair From Occident to Extra-Occidental Cultures sobre la reapropiación cultural expresada a través del objeto/símbolo y del sampleo del mismo como expresión de su relatividad.  La instalación de Michael Rakowitz What dust will rise? situada en el sótano, espacio que se une idealmente al concepto de la obra, ejemplifica perfectamente varios de los conceptos que transitan a lo largo de la muestra: el objeto, la historia, la destrucción y el poder simbólico de la obra de arte. El proyecto une dos destrucciones culturales, la de la biblioteca del Fridericianum durante la segunda guerra mundial y la de los Budas de Afganistán destruidos bajo el régimen talibán. Rakowitz reconstruye en mármol afgano e italiano los libros desaparecidos, crea un objeto que simboliza pero no sustituye ni reproduce a su original, mientras que en las vitrinas adyacentes se exponen los restos de los Budas así como un trozo de meteorito o restos del 11S, objetos que se destruyen y nacen con una nueva forma tras un acto traumático. A diferencia de la panfletaria Bienal de Berlín, dOCUMENTA sabe planear sobre la relación entre política y arte de forma poética y multidireccional.

Michael Rakowitz, What dust will rise?, 2012. dOCUMENTA (13). Foto: Camilayelarte

Michael Rakowitz, What dust will rise?, 2012. dOCUMENTA (13). Foto: Camilayelarte

Michael Rakowitz, What dust will rise?, 2012. dOCUMENTA (13). Foto: Camilayelarte

Entre la política y la discontinuidad temporal se mueve el trabajo de Mario García Torres al instalar el primer mapa de Alighiero Boetti que debiera haber sido expuesto en la Documenta 5 de Harald Szeemann y que ahora 40 años más tarde recupera su originaria y nunca realizada ubicación. En un juego de alteración del pasado con el presente,  García Torres ha rastreado en el tiempo lo que queda del One Hotel en Kabul, abierto por Boetti entre 1972-1977. Have You Ever Seen The Snow? Es el ensayo visual (algo lento) de la búsqueda primero virtual y después real de este espacio.

Alighiero Boetti, Mappa, 1971. dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte

También arte de contenido político pero con vertiente ecológica es lo que se muestra en el Ottoneum, el museo de las ciencias naturales de Kassel. A destacar la instalación a base de lingotes de compost de Claire Pentecost que nos hacen pensar en la posibilidad de transformar los desperdicios en moneda de cambio, así como los video-libros de Amar Kanwar sobre conflictos territoriales. Sin duda lo mejor que ofrece el Ottoneum es la Biblioteca hexagonal de Mark Dion creada para custodiar la curiosa Xiloteca Schildbach, una curiosa colección de libros tallados en madera del siglo XVIII. La intervención de Dion consiste no sólo en la arquitectura que contiene la colección sino también en la reproducción de cuatro ejemplares desaparecidos reproducidos en madera de nogal en un guiño a los árboles plantados por Joseph Beuys en las documentas 7 y 8.

Claire Pentecost, dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte
Mark Dion, dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte
Mark Dion, dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte
De todas, la propuesta menos arriesgada es la que se muestra en el Documenta-Halle, casi exclusivamente dedicada a pintura con una dedicación absoluta a los dibujos de Gustav Metzger y la sala de máquinas de Thomas Bayrle como foco principal de atención. En referencia de nuevo al concepto de tiempo expuesto en Fridericianum y a la ciencia como campo de intersección con el arte, el proyecto de Jeronimo Voos Eternity through the stars en el planetario del Orangerie, revisa mitos y sucesos históricos a partir de la teoría de la existencia de mundos paralelos de Louis-Auguste Blanqui, a raíz de la cual Voos concluye que hechos históricos fallidos como la Comuna de París pordrían en este momento haber triunfado y estarían funcionando en otro mundo paralelo al nuestro,  dOCUMENTA (13) es política y optimista.

Thomas Bayrle, dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte

Geoffrey Farmer, dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte
Rosella Biscotti, The Trial, 2011-2012. Foto: Camilayelarte

Más dura con el repaso al pasado histórico es la instalación de Rosella Biscotti en la Neue Galerie, fría y contenida formalmente con la reproducción de elementos estructurales y arquitectónicos del aula Bunker del foro itálico en Roma donde tuvieron lugar los juicios a las Brigate Rosse, así como la reproducción a través de audio y performance de uno de estos juicios. Más ligera, alegre y teatral es la escultura a base de collage de Geoffrey Farmer, mejor que su intervención en Estambul, promete convertirse en una de las obras/espectáculo de la documenta. Otra de las obras ya vistas en Bienales de este año (Estambul si no me equivoco) es el Cabaret Crusades, un work in progress de Wael Shawky sobre la historia de las cruzadas vista desde el punto de vista árabe. El video con esas extrañas marionetas recrean un ambiente difícil de olvidar.

Haris Epaminonda y Danuel Gustav Cramer. dOCUMENTA (13) 2012. Foto: Camilayelarte



Lara Favaretto, Monumentary Monument IV (Kassel), 2012. Foto: Camilayelarte

De las cuatro sedes principales de Kassel en donde se desarrolla dOCUMENTA la mejor de todas (sin valorar Karlsaue park que no dio tiempo) es Hauptbahnhof, la estación de trenes todavía en funcionamiento limitado. Aunque dOCUMENTA (13) no sea una exposición de concepto o tesis curatorial como defiende Christov-Bakargiev, en las otras sedes se intuye un discurso de fondo que en Hauptbahnhof se desvanece por efecto del espacio mismo. Diseminada principalmente por los antiguos almacenes de la estación, pero también en la estación misma como en la escultura sonora de Susan Philipsz o el videowork de Janet Cardiff y George Bures Miller. El tiempo en Hauptbahnhof se detiene y toma otro ritmo suspendido con respecto al del resto de la ciudad, la visita se relantece, las obras son más exigentes. De entre lo mejor la alquímica ocupación del edificio de oficinas de Haris Epaminonda y Daniel Gustav Cramer creando una narración basada en la asociación de imágenes, escultura y objetos (de nuevo) que se desarrolla en los tres pisos del edificio. Increiblemente teatral la instalación de William Kentridge, The Refusal of Time que enlaza con las reflexiones entorno a la noción del tiempo planteadas por otras obras en muestra, así como la montaña de ruinas industriales de Lara Favaretto, una puesta en escena literal de la destrucción / reconstrucción idealmente unida a otro de los lugares protagonistas de la muestra, Afganistán, de la que tanto nos habla dOCUMENTA (13).

Camila y el Arte

1 comentario:

  1. like your title even so i did not get confuse
    but more " guided " , and stimulate . yes even inspired
    http://www.emergencyrooms.org/documenta_kassel.html

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